Carta de la Luna Llena

por Mar 14, 2025Carta

¡Om Shanti! 

¡Silencio en tu mente, entrega en tu corazón y voluntad en tu cuerpo!

 

Desde este rinconcito del Universo “Witryh”, en la cima de una montaña, sobre las aguas de color verde esmeralda de un lago, te escribo saturado de dolor por las miserias de esta humanidad rebosante de exigencias, miedos de muerte y soledad, engreimientos egóticos, demandas de placer, reconocimiento y satisfacciones  emocionales y lucrativas. Ávida de respuestas vengativas, obsesionada con la explotación de lo que sea para adquirir más bienestar a costa de lo que sea, convencida de que la responsabilidad de su desgracia siempre está en otros, y un largo etc.

Pero también te escribo envuelto con un permanente impulso de entusiasmo y alegría profunda porque sé que es la humanidad que me corresponde para evolucionar con más velocidad, para aprender a amar con más autenticidad y para actuar con más creatividad y lucidez

¿Te has percatado alguna vez de que eres el ser más privilegiado del universo porque Dios te ha permitido sentir la vida en todas sus dimensiones desde donde tú quieras sentirla?

Acostumbro a comunicar que el mejor mantra, el más poderoso sonido para el corazón, la mejor declaración amorosa al Divino para entablar relaciones íntimas con Él, el mejor gesto de humildad, la mayor condición, el más bello Kirtan colectivo, el más efectivo “upanshu japa” (mantra susurrado), el más efectivo “Bija-mantra” es: “Lo que Tú quieras”.

Este mantra implica una actitud muy sencilla de entender, muy simple de recitar, pero muy trabajosa de llevarla a cabo con todas sus consecuencias, porque ello supondría a veces: amar lo que la vida te presenta a través de tus hermanos, renunciar al enfado, asumir con alegría la enfermedad y la pobreza, encajar en paz la soledad, entrar en silencio pacífico ante la crítica y vivir el contentamiento alegre por el cuerpo y la vida que te han dado.
“Lo que tú quieras”, “lo que tú quieras” siempre; porque sabes mejor que yo lo que necesito para acercarme un poco más a ti; sabes mejor que yo lo que es necesario que experimente mi personalidad para vivenciar esa paz interior sublime a través de la cual puedo conocerte y me puedes enseñar el planning universal.

¿Quieres dejar de vivir la mentira en tu vida? Extirpa con contundencia todo lo que imposibilite la presencia del Divino en tu consciencia.
No tengas prisas, ni inquietudes, ni agobios, ni tensiones; entonces en todo lo que
vivas podrás sentirle. Conviértelo todo en brillante paz y sagrado silencio y Él estará ahí susurrándote de las formas más inesperadas. Esto es más efectivo que todas las meditaciones inventadas del mundo.

Todas las sadhanas son para realizar esto. Embriágate de fe.

La fe es como tu ángel porque:
la fe no busca, la fe espera,
la fe no te demanda, la fe se pone a tu servicio,
la fe no exige, la fe te abraza donde estés y como estés,
la fe no huye, la fe se deja penetrar por todo,
la fe no te obliga, la fe te seduce,
la fe no entiende, la fe sabe y siente.

Existen dos instrumentos y dos necesidades primordiales, básicas, esenciales en el sendero del Purna-Yoga:

· Primer instrumento: El impulso permanente del entendimiento y la voluntad en la mente hacia Dios.
· Primer instrumento: El impulso permanente del entendimiento y la voluntad en la mente hacia Dios.
· Segundo instrumento: El impulso emocional hacia Dios.
· Primera necesidad: La pureza de cuerpo, mente y alma.
· Segunda necesidad: La paz (apaciguamiento de la agitación inferior).

No persigas el ananda (la felicidad) ni condiciones por ella tu sadhana para continuar. El gozo o la felicidad aparecerá en tu vida como consecuencia lógica de una práctica constante, pertinaz, valerosa y adecuada, en un medio donde haya paz.

Una mente pacífica y un cuerpo emocional sereno debería ser el primer objetivo de la sadhana.

La fuerza universal derrama su poder y su gracia sobre todo iniciado que recorre el sendero con sinceridad. Pero la mayoría de los humanos preferimos mantener cerrada la puerta de nuestra consciencia.

La capacidad de receptividad es muy pequeña y lo poco que recibimos lo derrochamos o lo perdemos en banalidades de la vida cotidiana.
Muchos son los seres que comienzan, no uno, sino muchos caminos espirituales con el sentimiento de que todo les puede venir bien; con el argumento mental de que todo puede ser complementario; con el argumento emocional de que “no me puedo perder nada”, no vaya a ser que éste o aquel sea el verdadero camino.
Al final acabas cargado de tecnología espiritual, apurado por las tareas que debes hacer en base a tu compromiso con las vías de conocimiento que dices que practicas.
Terminas sin saber los efectos reales de ningún método porque todos los mezclas.
Tampoco puedes investigar con serenidad y profundidad, ni desarrollas maestría en ninguna de ellas porque no te queda tiempo material de aplicación.

Todas son igualmente buenas porque lo que falla, si no te funciona alguna, eres tú y no el sendero. Elige el sendero con el que más rías, más vibres, más te guste, más satisfacción interna sientas; con el que más corazón le pongas; y crea, investiga y profundiza a través de él, de lo contrario acabarás como un “pato mareado”.

Es como aquel campesino que quería sacar agua de su finca e hizo múltiples sondeos de cinco y seis metros de profundidad. La finca la dejó como un colador. Agua subterránea había en abundancia en la finca, solo que estaba a diez metros de profundidad. Con que hubiera profundizado doce metros en un
único sondeo hubiera obtenido resultados satisfactorios. Al que posee la enfermedad de la “senderitis” (inflamación de senderos en su vida) le ocurre algo similar.

Esta actitud mantiene cerrada la receptividad al influjo de la Gracia Divina.

Síntomas del “yogui-candado”:

· Soy incapaz de cambiar de ideas y actúo según mis preferencias.
· Mantengo un nivel alto de satisfacción de mis deseos y codicias.
· No me pierdo ningún evento espiritual.
· Me quejo y critico con relativa frecuencia.
· Juzgo a todo aquel que no actúe como yo.
· Tengo todo el material práctico preparado, limpio, ordenado y pulcro: pantalones blancos planchados, esterilla, cojín, disco adormidero de relajación, incienso auténtico y puro, el manto de meditación bien plegado, las flores a punto… No dejo nada al azar.
· Venzo en todos los debates místico-espirituales.
· Me callo, no sea que los demás descubran mi ignorancia.
· Me deprimo cuando las cosas no me salen bien.
· Soy cínico con las experiencias espirituales ajenas.
· Quiero que los demás sepan lo bueno y maravilloso que soy.
· Me protejo con talismanes, palos, hierbas, yantras, rituales y mi arsenal de artilugios “mágicos” porque los malos son los que no son yo. Y también porque no sé, no puedo, ni me fío y es más trabajo ser sincero, ser sencillo, prestar atención y evitar por completo el pensamiento negativo.
· Tengo miedo a perder mi libertad.
· Hago lo que me dicen y no lo que mi corazón siente.

Si posees alguno de estos síntomas, tienes cerrado tu candado anímico.

Los Esenios durante 1.500 años prepararon la venida de Yhasua a la Tierra. La cultivaron enseñando a gran parte del pueblo judío las leyes del amor. Hoy tú eres también un esenio, un yogui practicante que con su sadhana diaria va dulcificando a esta doliente, terca y ciega humanidad.
A día de hoy, llevamos más de dos mil años desde que Yhasua nos dejó. Estamos preparando un cambio radical hacia una dimensión más elevada de luz y amor en la Tierra. La crisis sanadora se está haciendo notar: terremotos, huracanes, inundaciones, sequías, cambios climáticos, grandes migraciones humanas, crisis socio-políticas, guerras injustas, etc.

Si tú practicas en un sendero haciendo brillar tu alma, estás contribuyendo a que gran parte de esta humanidad dé un salto cualitativo en su evolución. Los esenios practicaban silenciosamente en las grutas de sus montañas, hoy tú practicas en tu habitación o en tu centro.

Haz el silencio dentro de ti,
ama lo repulsivo y odioso,
humíllate y fascínate ante la creación,
modela tu cuerpo para crear belleza y salud,
respira la luz del sol,
acaricia descalzo la Madre Tierra,
medita en la divina esencia de tu alma,
abraza al solitario y al enfermo del alma,
ayuda al desvalido,
y canta y danza con tus hermanos afines
que Dios puso en tu camino,
y convertirás tu espacio en un vórtice magnético de atracción,
de las fuerzas y seres más sublimes del universo.

Hoy día es muy importante que te prepares, que te formes, que depures tu alma de las larvas del egoísmo, la duda, el escepticismo, la autocomplacencia, la envidia, el engreimiento, la ignorancia de quién eres y qué has venido a hacer a la Tierra; la gula de estímulos para tu mente, del miedo a la muerte, de la inercia, de todos los pavores temblorosos que recorren tu entrepierna; y de todo aquello que te impide ser una ayuda, un maestro, un guía para los que te rodean.
Se están y se van a vivir momentos de oscuridad angustiosa en la Tierra y los más valiosos van a ser los que puedan encender su linterna interior para conducir a otros. No lo olvides, esto va a ser muchísimo más valioso que los euros, las posesiones, los estatus sociales, la fama, los negocios, los hospitales o las iglesias.

Todo es lección en la Vida para el que busca el saber y el amar.
La mejor enseñanza es el ejemplo en un sendero cuya palabra significa Unión.

Unión del Yo individual con el Padre, Yo Universal. ¿Cómo pretendemos realizar esta sublime Unión si somos incapaces de unirnos a un nivel mucho más sencillo entre nosotros?

Soma