Invocación al Sol
¡Oh, Sol, que das luz, calor y vida!
¡Oh, Sol, que eres creación del Gran Profundo!
¡Oh, Sol, que eres el “ojo del Cielo”!
Irradia tu luz sobre mi alma,
para que yo pueda mantener y transmitir tu forma.
Irradia tu energía sobre mi corazón,
para que yo pueda ayudarte en tu misión.
El Espíritu Supremo que hay en ti es el Espíritu Supremo que hay en mí.
Inclinándome ante la luz de la Potencia Creadora,
recibo la Gracia de la Madre Universal.
Incorporando este gesto podré descubrir la Verdad.
Saludo al Sol.
Saludo a la luz de la mañana y a la luz del mediodía.
Saludo a la luz de la tarde y a la luz de la noche.
Me ofrezco al Amor divino.
Me rindo a la no violencia.
Agradezco las posturas y gestos de paz y relajación.
Me doy a la maestría de la respiración.
Aspiro al autoconocimiento supremo.
Me unifico con la sagrada práctica de la meditación.
Canto las sílabas sagradas.
Me entrego al Maestro de Maestros.
Invoco al Señor del Universo que es todo ananda, comprensión y gozo.
Y abrazo el Yoga,
el arte científico de la perfecta unión con Dios y la Verdad.
«Soma»
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